domingo, 6 de febrero de 2011

Un error, un aprendizaje.

Hoy hace tres meses de aquello que me cambio la vida, y hoy sigo pensando que de un error, un aprendizaje.
Nadie puede imaginar lo mucho que he aprendido con todo esto, soy consciente de que lo que me ocurrió hoy en día le puede pasar a cualquiera que crea que tenga el control, cuando realmente el control se tiene, pero siempre se pierde.
Tengo en mente que por mucho que quiera y que me duela decirlo, solo dos amigas han sabido aprender de esto, apesar de muchas cosas, solo han sido dos, todos hablaron y todos lloraron, miles de palabras preciosas soltaron hacia a mí, pero hay días que llego a la conclusión de que solo fueron palabras, esto no hace que me quieran mas o menos, solo muestra el grado de madurez que tal vez nos falta, porque yo me incluyo, yo he aprendido si, es verdad. Pero he tenido que estar en el borde, he puesto en riesgo mi vida para poder darme cuenta de que beber, no me arregla la vida, no me hace mas grande ni mas fuerte, solamente me provoca esto. A mi no me entra en la cabeza como aun así hay gente que lo sigue haciendo, que sigue poniendo su dinerito para esto, y yo pienso en el momento que cojan el vaso, en el momento que se van riendo y medio cayéndose, en el momento que van haciendo eses, y pienso en que como no me tienen en la mente la imagen de mí, de mi cara como todos vieron la foto como acabé en el hospital, como hay gente que me ha llegado ver morada, y atragantandome con mi propio vomito y aun así, siguen pensando que a ellos no les pasará, yo sinceramente, me duele pero yo no voy a pedirle a nadie que deje de hacerlo, yo no soy quien, ellos por si mismos sabrán cuando lo deben hacer y cuando no.
También es verdad que yo ahora no soy una santa, no me lo considero para nada, solo digo que he aprendido porque en mi situación, con todo lo que viví es normal no querer ni rozar las malditas botellas, ¿Sabéis que? A mi muchas veces, al pasar por el lado de licor del mercadona donde están todas las botellas, se me revuelve el estómago, me entran ganas de bomitar, y tengo que mirar para otro lado, y otras veces cuando se pronuncia la palabra borrachos, alcohol o algo que tenga que ver con eso, bajo la cabeza, y me averguenzo de mi misma.
Yo la verdad me encantaría poder echar marcha atrás y no haberme equivocado de tal manera, pero también es verdad que esto es crecer, es equivocarse y rectificar, aprender no solo de mis errores si no también de los errores de los demás, si yo veo a alguien tropezar con una piedra, no cojeré ese camino, es obvio que yo también tropezaré.

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